miércoles, 8 de octubre de 2014

Sueños reales, pesadillas de mentiras...

    Cuando caen los párpados y entramos en una oscuridad total, nos invaden miles de pensamientos unidos a imágenes de película, a veces de color, a veces en blanco y negro.

     Muchas veces, pasan inadvertidas todas esas secuencias, otras, tan conscientes que queremos gritar en silencio...  Y de esas, de las conscientes paralizantes, suelo tener bastantes. Quiero incorporarme y no puedo, quiero taparme hasta la cabeza y no puedo mover un solo dedo para hacerlo. Qué mal rato paso, porque aun sabiendo que es sólo un sueño y repita a mi mente una y otra vez, "no pasa nada", así es, no pasa nada porque no me puedo mover.


AL OTRO LADO

Corriendo por los pasillos,
mi respiración acelerada,
veo una tenue luz
entre las paredes blancas.

Siento palpitar mi corazón
al ritmo de las sombras
que me persiguen.
Serena los pies,
toma las manos,
oxigena el alma.

No puedo mirar,
ni puedo abrir los ojos,
pero se quién es 
quien vigila mi espalda.

Desde un nuevo rincón
mi cuerpo se estremece.
Luna sangrante,
sombra rosada.

Cuchillos al aire
caen sobre mi
y no puedo huir.

Se me clavan, uno tras otro
y es entonces cuando
abro los ojos.

4 comentarios:

  1. Qué bueno poder abrir los ojos y que se pase la pesadilla! Como cuando sueñas que caes desde muy alto, abres los ojos y respiras aliviado :) Un abrazo moza!

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    1. jajjaaj si Ana, menos mal!! Muchas gracias por pasarte. Un abrazote!! :)

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  2. No puedo mirar,
    ni puedo abrir los ojos,
    pero se quién es
    quien vigila mi espalda.

    Me encanta esa parte Elena!!
    Un placer leerte, aquí tienes un nuevo seguidor.
    Un saludo ;)

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    1. Muchas gracias!! El placer es mio por tenerte entre estas palabras :) Un abrazo ;)

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