lunes, 21 de marzo de 2016



    Las piernas no respondían. El oxígeno, a penas llegaba a los maltrechos pulmones de fumador durante casi treinta años, a dos cajetillas por día. Pero no podía echar la culpa al tabaco. Sofá más televisión más snaks: Culpable!

    No importa de quién fuera la culpa, en concreto, una de las piernas aun resistía y podía seguir subiendo esas escaleras interminables, a las que le habían llevado el acontecer de los sucesos. 
     Suceso nº1: Divina juventud... fiestas, escapadas con nocturnidad y alevosía, bailes enloquecidos,   derroche de amor por cualquier espacio, oscuro o no, según urgencia.

    

   




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