Tengo un sombrero de copa
al que hablo cada noche...
lo agito, lo muevo delicadamente,
lo alzo al cielo
y luego miro dentro.
Tengo un sombrero de copa
al que dedico mi tiempo libre...
vamos de paseo, le regalo una flor,
lo coloco sobre mi cabeza
y me ofrece su calor.
Tengo un sombrero de copa
al que hablo cada mañana...
si cierro los ojos,
me regala un mar de calma,
mil besos encarnados
y una canción de su alma.
Tengo un sombrero de copa
al que a veces dejo a mi lado...
lo observo, lo rodeo
y simplemente
parece hacer de tiesto.
Tengo un sombrero de copa,
al que bombardeo con pensamientos...
me devuelve mil historias,
de fantasías, fantasmas y futuros.
Tengo un sombrero de copa
que llevaré a todos lados conmigo...
en vida, en sueño
y en descanso infinito.
La delicada expresión con que son tratadas estas palabras y la inocencia del pensamiento que las exclama son envidiablemente admirables por mi persona porque me encanta la poesía que de su sublime alma, usted, crea.
ResponderEliminarMuchas gracias :) pero nada que envidiar, tengo mis momentos. Cada uno tiene un sombrero de copa, sólo hay que cuidarlo sanamente o locamente y de él saldrá cualquier cosa imaginable aunque nunca utópica. Y aunque se que será fácilmente imposible, puede tutearme. Un abrazo positivo y optimista :p
ResponderEliminarbuenas noches muy lindo gracias
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