Ya empieza a refrescar. Cómo va apeteciendo, cada vez más, ponerse el pijama largo, pero el que me tapa pies y manos, la mantita por encima, mientras estoy recostada en el sofá viendo la tele, leyendo o escribiendo, eso da igual.
Esta estación tan bonita, otoño, aquí siempre tarda en llegar. Añoro ver los bosques en tonos marrones, las nubes en el cielo, la lluvia cayendo... pero cada lugar tiene su encanto.
El alma feliz se siente
pues tiene tú calor,
piel con piel abrazados
bajo un manto de frescor.
Siento la sangre correr
por las venas de la vida.
Besos de amor me das
tantas como hojas caen.
Recuperemos el tiempo perdido,
amémonos hasta el fin.
Rodéame con tus brazos
y déjame, ahí, dormir.
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