Hoy os dejo una nueva entrega de "La Rana Lanas", con la que he disfrutado al lado de mi peque escribiéndola antes de la cena. Mi Eduardito es bastante inquieto y algo travieso, por eso siempre trae algún moradito o heridita a casa (y que siga siendo así, en -ita o -ito).
La primera aventura de Lanas, la podéis leer siguiendo el link:
http://enpalabras-yo.blogspot.com.es/2014/10/la-rana-lanas.html
Por cierto ya fuimos a la peluquería, estuvo muy formal y se portó muy bien, veremos la próxima vez.
LA RANA LANAS Y EL LEONCIO EL LEÓN
Érase una vez una rana que se llamaba Lanas y que saltaba y jugaba en el estanque con su amigo Eduardo. Se lo estaban pasando genial, en el estanque, hasta que oyeron un ruido muy escandaloso.
- ¡ Qué ruido es ese! - Dijo Eduardo.
- No lo sé, vayamos a investigar - dijo la rana Lanas.
Salieron del estanque y se metieron en el bosque. Miraban hacia arriba, miraban hacia abajo, miraban hacia la derecha y miraban hacia la izquierda, pero mirando al frente descubrieron un león que sólo hacía que rugir fuertemente.
- Grrrrrrrrrr, grrrrrrrrr, aagrrrrrrr -
Se quedaron quietos, como estatuas, ese ruido que salía del león era lo que habían escuchado.
- ¡ Hola león! ¿ Qué te pasa? - le preguntó Eduardo.
- Grrrrr... hola ....grrrr soy Leoncio, el león y jugando por el bosque estaba, corriendo y corriendo, hasta que me tropecé, grrrrrrr, con una piedra que no pude ver. Me caí al suelo y me duele la rodilla mucho, grrrrrrrr.
Entonces la rana Lanas, le dijo:
- No te preocupes Leoncio, nosotros te curaremos.
Le llevaron al estanque, con mucho cuidado, y le limpiaron la herida de la rodilla. Le pusieron una tirita y le cantaron las palabras mágicas que todo lo curan:
" Cura, curita. Sana, sanita. Sino cura hoy, curará mañanita"
Y Leoncio, el león, se puso muy contento y se quedó a jugar en el estanque con sus nuevos amigos Eduardo y Lanas, la rana.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
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