Dejándome guíar por el tacto
de la piel envuelta en manta,
bajo el frío invierno
que mora en la casa.
Vago y divago
a través de la mente inquieta,
que tan sólo puede
repetirse: "piensa, piensa".
Y de tanto pensar,
dejo la manta caer,
deslizándose a cámara lenta,
alimentando el sueño
de unas manos placenteras
ausentes de mi vera,
ausentes de esta ciega,
que no puede dejar de ver
que, aun la piensas.
muy lindo gracias Elena García Domingo
ResponderEliminarMuchas gracias. Un abrazo y feliz 2015 :)
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