Historias de la vida...

    Algunas veces, en las que creo que no pienso en nada, que tengo la cabeza seca, que estoy supercansada y la nada puede apoderarse de mi... es totalmente incierto. Por mucho que crea que no pienso, a la mente se le ocurre qué decirte para que no te duermas y entonces surgen palabras, muchas veces sin sentido, o con él, pero enterrado detrás de la propia escritura. Palabras tristes, sobre amor y desamor, sobre recuerdos, fantasmas...

    Aquí os dejo algunas de esas:

HISTORIAS

-I-

Preocupaciones, pesares, recuerdos...

Poesías que tienes en tus sentimientos,

que admiras y respetas.

Nada puede estar mezclado.

El dolor te separa de la felicidad

cuando necesitas expresarla.

-II-

Sentarse sin hacer nada

y ver que el tiempo se escapa

como las olas de la playa.

Si pudiera aprovechar el tiempo...

Pero nunca sabes cómo hacerlo.

¿ La vida te da explicaciones?

¿ Quisieras aceptarlas en ese caso?

Cuántos interrogantes, cuántos suspiros

en vano, sin saber por qué o, a caso,

¿ sabiéndolo?

-III-

Sentir, respirar, esperar.

Eso es lo que llevo en mi mundo.

Una espera sentida bajo mi fuerte respiración.

Madurar siendo una niña.

No querer crecer cuando eres mujer

Y queriendo haber sido fuerte en tú niñez.

Una dulce infancia implora mi alma

que dormida en la cuna

espera callada un dulce descanso eterno.

-IV-

Deseos placenteros de volver a verlos.

Ver aquéllos ojos débiles, tierno, profundos.

Hoy más que nunca los necesito

porque volvió a buscarme el fantasma.

Los necesito para aullentarme el dolor

y sentirme abrazada por sus pupilas

adentrarme en sus pensamientos

y encerrarme en ellos.

-V-

Desperté con el alba

y me acosté con mi estrella.

Ella es mi compañera que nunca me deja.

Y aunque no la vea

se que guarda mis sueños.

Mi sol, que da calor a mi corazón,

hoy no ha calentado.

Temblores dentro del cuerpo.

Ruidos a mi alrededor

pero no puedo oírlos.

Sólo escucho el silencio de mi alma

que no encuentra el reposo

por un beso no recibido.

-VI-

Sentada en mi rincón favorito.

Teniendo una conversación animada

conociendo personas como yo,

porque yo también soy persona.

Observando el mar.

Sus olas son la vida,

sus naves, que flotan en sus lomos,

son barcos que, siendo pesados,

saben sobrellevar su carga.

Ruidos de fondo que no deberían existir.

Ecos de una vida pasada

que resurgen de sus cenizas

cada vez que intento escribir.

-VII-

Solo se ve gente,

gente, gente y más gente.

Pero a pesar de la gente que me rodea,

yo me encuentro sola.

Y es una soledad que me atormenta.

¿ Por qué no aparece ?

¿ Por qué me angustia con su ausencia ?

¿ Por qué me siento tan observada ?

A veces uno desea tanto la soledad

que es entonces cuando la desprecia.

-VIII-

Veo desde aquí el lugar de mis sueños.

El escondite de mi alma

que en este momento

se encuentra a mi lado.

La tristeza es la única compañía

que nunca me falla ni me fallará.

-IX-

Expresar los oscuros sentimientos,

sufrir de la nostalgia.

Volver cada año al centro de partida

y expresar nada más que la superficial.

Yo, no se impregnar mi alma

con unas gotas de tinta,

ni quiero.

-X-

Reboso felicidad, que se escapa

a través de todos los poros de mi piel.

No puedo llorar, no lo deseo.

El corazón está ahogado

de alegría, de esperanza...

Esperanza para no caer en el olvido

ni en una oscura sala

esperando a que el amor me hable.

-XI-

Bajo. Muy bajo estado.

Aburrimiento en todo lo hecho.

Ver pasar gente

que no conozco, ni quiero.

Tan sólo seriedad.

No quiero escribir

y no lo haré.

-XII-

A su lado. Mirando.

La leña se consume...

... como mi vida.

Como todas las vidas.

Cada día es un pasado más.

Me inundo en las llamas

que son enviados del diablo 

que bailan en mi mente.

-XIII-

Rojo. Figuras. Sombras.

Enviados de otro mundo

vienen persiguiendo mi alma.

Serpientes. Lagartos sonrojados.

Pero a pesar de la tormenta

van desapareciendo poco a poco.

Las llamas siguen ahí,

esperando a que me consuma.

Nunca la conseguirán

porque mi corazón vivirá...

... eternamente.

-XIV-

La bruma me envuelve,

embriaga toda mi vida,

como siempre.

No se ve claro,

todo lo veo oscuro:

ni una sola transparencia.

Ojalá pudiera ver

con mi corazón

un solo pensamiento suyo.

-XV-

Por qué. No lo entiendo.

No entiendo los misterios de la vida, 

de la suya.

-XVI-

Sentirse llena de alegría;
sonrojarse, ponerse nerviosa.
Sentir todo esto en un momento
y un rato después
estar vacío.
Ausencia sentida...
Tu ausencia de mi
y la mía de la tuya.

-XVII-

Las pupilas dilatadas.
Nostalgia en su voz.
Suspirar por no ver más allá.
Ayer encontró el recuerdo.
Ahí está el aroma
de la locura que es la tristeza.
A pesar del nuevo amanecer
tan hermoso, tan indescriptible,
no es posible encontrar
la imagen de un amor
que nunca tuvo.