Qué día más tormentoso, el primero de todo el verano. Qué gusto ver caer el agua y qué sorpresa que lo haga después de unos meses sin nada, nada de lluvia. Mi vida en Cantabria, era prácticamente lluviosa y por eso no se paralizaba el mundo. Seguías con la vida, sin sorpresas, sin darte cuenta... botas o katiuskas, chubasquero y paraguas... sin más. Si hiciera algo de fresquito sería perfecto... manta, película y niño durmiendo.
Bueno, hoy os voy a dejar mis primeras palabras duraderas y que cuentan una historia. Espero que os guste y lleguéis al final.
EL DIARIO DE LA MUERTE
2 DE MAYO
Sin sonrisa. Sin amigos. Sola.
Sintiendo como me acaricia la brisa el rostro.
El susurro de las olas se parece a mi vida,
una vida que comienza grande y acaba en espuma.
Un escalofrío recorre todo mi cuerpo.
Es el que me recuerda la amargura de la espera,
del leve murmullo que me rodea, intentando animarme.
Dulces recuerdos que quedaban en mi, se transforman
en algo insoportable, en un frío helado de vainilla.
Pensamientos amarillos que me acercan más
a mi destino: LA MUERTE.
3 DE MAYO
Lloro, pienso y no duermo.
Tiemblo recordando el camino que me espera.
La marea sube y yo bajo.
Mis sueños trastornados por lo que suceda.
Tres caballeros de muerte pronto vendrán a buscarme.
4 DE MAYO
Mi infancia más lejana vuelve a mi como fantasma.
Subiendo las olas, intentando no caerme.
El paraguas que me protege se está cerrando;
las gotas borran mis palabras.
Un olor penetrante que destruye mi poca estancia aquí.
Esperando, sabiendo que
no podía conseguirlo: VIVIR.
5 DE MAYO.
Mi vida es una continua tormenta,
desde que se lo que me depara el futuro.
A la bici en la que subí, se le ha roto la cadena.
Rejas abiertas en mi corazón,
dejando entrar lo peor de mi.
Roñosa y oxidada se encuentra sin chicle.
Reflejos en el charco del mundo, mis reflejos.
Suspiros infernales que evitan mi respiración.
6 DE MAYO
Oigo voces y sé de quien son.
La mesa vacía, blanca, dura como mi mente.
El refresco ya no tiene burbujas.
Las reservas se agotan, mi vida se acaba.
7 DE MAYO
Perros rabiosos que me persiguen en la noche.
Sudor que se apodera de todo mi cuerpo.
Pastel de carne hecho con mis sesos.
Me acuesto sabiendo que el mañana no estará para mi;
hoy descargué algunos de mis temores sin saber cómo,
pero me acuerdo de un dulce bienestar que me
despertaría a mi cruel realidad.
Desesperada porque, aunque yo he asumido mi futuro,
mis muñecos lloran y no lo entienden.
Me miro en el espejo y veo una flor sin agua,
marchitándose.
Mis ojos se desprenden al igual que mis labios,
la nariz que solía estirarse orgullosa, ha decaído;
veo mis dedos deshechos, se pierden entre las cataratas.
8 DE MAYO
Soñando mientras se suceden las horas;
escucho música de un ídolo que pronto me encontraré;
sus letras pasan por mis oídos al contrario que mis pensamientos.
Ellos no me dejan, no me obedecen y se apoderan de mi ser,
sin poder evitarlo, me atormentan...
De pronto, el fantasma del pasado, acecha de nuevo
y lucho contra él, porque lo que menos deseo
en estos momentos, es el recuerdo.
Dios mío, el fantasma indestructible me trastorna y
me empuja hacia una tentación que me da miedo,
pero que la quiero.
Yo... Me temo... Lo haré... Lograré...
Sabré algún día si tengo el valor suficiente
para conseguir esto que tanto me aterra.
Un cuchillo en mi mano.
9 DE MAYO
10 DE MAYO
11 DE MAYO
12 DE MAYO
13 DE MAYO
No quiero; no puedo; sé que mi fin anda cerca.
Lo intenté; todos estos días lo intenté.
Hoy no..., no debo decirte, porque me avergüenza,
le tenía pero no sabía si debía hacerlo.
14 DE MAYO
Estoy completamente desesperada, loca;
y es una locura mía, no compartida.
Desearía que nunca hubiera ocurrido,
que nada de esto hubiera pasado, pero...
"Pero": esta palabra es una de las que tanto usé...
ahora no caben peros, ni tal vez..., ni siquiera un luego...
Qué dolor más agudo, qué espina clavada.
Alguien juega con mi corazón y siento náuseas...
Vomité.
Ahora sí que te veo, Muerte.
Ella es como yo, porque yo soy la misma muerte,
la que está permitiendo que escriba mis últimos
pensamientos en mi diario: El Diario de la Muerte.
Mis manos se debilitan
y mi boca se llena de sangre.
Margaritas rojas, ojos brillantes.
Deseos frustrados; llaman.
Quiero al alba y quiero a la noche.
Yo seré una de las estrellas
que brillan en la oscuridad
y que pasan inadvertidas durante el día.
Mi voz dudosa: _ Ahora abro_.
Forzosamente escribo, pero no me levanto
Sólo me queda por hacer una última cosa:
SUSPIRAR.
Elena... Alucinante.
ResponderEliminarTe deja una sensación de querer aferrarse a una vida que se va...
Gracias Víctor, por dejar tus sensaciones. Un abrazo :)
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