A veces, las cosas no son lo que parecen.
Esa voz melodiosa,
que con susurros
hacía bailar mis sentidos
en una danza apasionada,
alejándome de la realidad.
Mis ojos cegados
por el roce de tu piel,
elevándome sin vértigo
hasta tu universo.
Fue ahí donde
clavaste tu lengua,
sin darte cuenta,
que cada escama tuya,
formaba mi piel,
envenenándote hasta la muerte.
Mis ojos cegados
por el roce de tu piel,
elevándome sin vértigo
hasta tu universo.
Fue ahí donde
clavaste tu lengua,
sin darte cuenta,
que cada escama tuya,
formaba mi piel,
envenenándote hasta la muerte.
Brillante amiga. Me ha gustado mucho
ResponderEliminarBrillante amiga. Me ha gustado mucho
ResponderEliminarMuchas gracias Jorge! Un abrazote :)
ResponderEliminarmuy lindo gracias feliz semana Elena
ResponderEliminargarcia Domingo saludos cordiales
Gracias a ti. Un abrazo :)
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