vestida con ropas de gala.
Blanca seda y tules blancos,
arropaban mi cuerpo
y no conseguía
acordarme de nada.
Aturdida con el traqueteo,
mi mente empieza a fijar imágenes,
mi corazón empieza a arder,
a borbotones brota mi sangre.
Amor te dejé atrás,
no por propia voluntad,
recuerdo el olor
que dormida me dejó.
Me entregan a aquél rufián,
Conde del Rencor,
al que un día negué
darle mi amor.
Sólo conseguirá de mi
un cuerpo vacío,
el vestido de rojo teñido
y el espíritu, volando libre,
junto a el amado mío.
Sólo conseguirá de mi
un cuerpo vacío,
el vestido de rojo teñido
y el espíritu, volando libre,
junto a el amado mío.
Suave y sensitivo poema carmen. Dame instrucción para esa comunidad que indicas. Gracias.
ResponderEliminarGracias por pasarte y leer las palabras. Un abrazo María Pilar
Eliminarmuy lindo para empezae el año gracias
ResponderEliminarGracias. Un abrazo :)
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