Salí con prisas, cerré la puerta de un golpe tras de mi. Sin mirar atrás, sin detenerme a pensar lo que dejaba. La vista puesta al frente, futuro incierto pero esperanzada. Totalmente dispuesta a terminar, pasar la línea, tocar con mis propias manos la sensación de triunfo...
... Pero el camino es largo, saboreas, dulce y amargo. A veces te detienes a tomar aliento, nuevo impulso, pero un vacío queda entre el tumulto de experiencias, ideas, sobresaltos, risas, insomnios, cansancios. No quería pensarlo...
Perdí las palabras.
Perdí las palabras y
cuando quise recuperarlas...
...demasiado tarde.
Ni el silencio,
ni aquella melodía
ni siquiera aquel recuerdo,
hacían que rozaran mis dedos.
Se quedaron colgadas en el pasado.